La explosión, de una gran potencia, tuvo lugar en el cruce de Sayidka, muy cerca de la sede del Parlamento somalí. Entre los fallecidos hay al menos dos miembros de las fuerzas de seguridad.
El grupo islamista Al Shabaab, vinculado a la organización terrorista Al Qaeda, ha reivindicado la autoría del atentado y ha informado de que un conductor condujo un vehículo cargado de explosivos hasta un convoy militar que trasladaba a miembros de los servicios secrertos.
El Ejército de Somalia, ayudado por las fuerzas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), combate a las fuerzas de Al Shabaab, cuyo objetivo es derrocar al Gobierno e instaurar la ley islámica en su versión más radical.
El ministro de Asuntos Exteriores somalí, Abdisalam Omer, aseguró en su intervención ante la Asamblea General de la ONU en septiembre que la ofensiva del Ejército y las tropas de la AMISOM han conseguido la derrota militar de la milicia islamista.
Para Omer, el grupo "es rechazado por el pueblo somalí" y los atentados suicidas "desesperados" son la mejor prueba de esta "reducción de sus capacidades".