Alrededor de 330 sospechosos han comparecido en un tribunal de la localidad de Sincan, situada en los alrededores de la capital, Ankara, en un proceso en el que se exponen a ser condenados a cadena de muerte por su papel en le asonada.
Los sospechosos, muchos de los cuales pertenecen a la Escuela de Artillería y Balística de Polatli, han sido imputados por asesinato e intento de asesinato, así como por intentar derrocar al Gobierno y el Parlamento.
El tribunal, que tiene capacidad para más de 1.550 personas, ha contado con un gran despliegue de seguridad durante los testimonios, según ha informado el diario local 'Hurriyet'.
Hsta la fecha, el mayor juicio relacionado con la intentona golpista --que se saldó con 265 muertos y más de 1.400 heridos-- abrió sus sesiones en enero en la provincia de Esmirna, donde 270 personas figuran como acusadas.
Entre los acusados en el proceso en Esmirna figura el clérigo Fetulá Gulen, quien reside en Estados Unidos y al que Turquía acusa de estar detrás del intento de golpe de Estado.
Turquía ha reclamado en numerosas ocasiones la extradición de Gulen, un antiguo aliado del presidente, Recep Tayyip Erdogan, tanto antes como después del golpe de Estado, sobre el que el clérigo ha negado cualquier responsabilidad.
Erdogan ha acusado insistentemente en los últimos años a Gulen de urdir un plan para echarle del poder valiéndose de sus simpatizantes en todos los estamentos del Estado.
La campaña contra Gulen y sus seguidores del movimiento Hizmet se inició después de la apertura de una investigación por corrupción contra varios ministros del Gobierno de Erdogan en diciembre de 2013.
En respuesta, Erdogan acusó a Gulen de promover su derrocamiento a través de una 'estructura paralela' integrada por miembros del aparato judicial y las fuerzas de seguridad que eran afines a Hizmet.
Pese a que el clérigo ha condenado desde Estados Unidos la asonada militar y ha pedido una investigación sobre los hechos, las autoridades turcas insisten en que fue él el principal responsable de lo ocurrido.