"Mi encuentro con Hariri fue muy positivo en lo que respecta a la Presidencia", ha manifestado, en una entrevista a la cadena de televisión libanesa OTV.
Así, y tras decir que "no se puede decir que el encuentro le haya convertido en presidente", ha destacado que "no hay un conflicto" entre él y Hariri respecto a la aplicación de los Acuerdos de Taif.
Aoun ha querido además rechazar las críticas vertidas contra él por parte de la comunidad suní, recalcando que "nadie puede imaginar Líbano sin los suníes".
"Nadie puede eliminar al otro. La unidad nacional es el arma más poderosa para defender Líbano", ha remachado, tal y como ha recogido el diario local 'An Nahar'.
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES
Aoun, líder del principal partido cristiano del país, cuenta con el respaldo de Hezbolá para ser presidente, pero con la oposición de Al Mustaqbal, cuyo líder, Hariri, respaldó públicamente en diciembre de 2015 al líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.
El sistema político libanés contempla que la Presidencia del país debe ser ocupada por un cristiano, mientras que el primer ministro debe ser suní y el presidente del Parlamento, chií.
La falta de acuerdo sobre el sucesor de Michel Suleiman --quien abandonó el cargo en mayo de 2014-- ha llevado al país a sufrir el vacío presidencial más largo en su historia, si bien la situación no ha derivado en un conflicto armado, tal y como ocurrió en 1988 y en 2008.
En las dos ocasiones anteriores, las diferencias a la hora de seleccionar al presidente se saldaron con acuerdos regionales, una opción que parece distante en estos momentos debido a la inestabilidad que sufre Oriente Próximo.