El director de operaciones, Mohamed El Halabi, fue detenido el pasado 15 de junio y ha sido acusado de desviar 7,4 millones de dólares (6,6 millones de euros) de la ayuda humanitaria enviada por World Vision para financiar a Hamás.
"Los juicios en secreto son una violación flagrante del derecho a la audiencia pública. Celebrar estos procedimientos a puerta cerrada hace que cualquier condena sea poco sólida", ha dicho la directora de AI para Oriente Próximo y el Norte de África, Magdalena Mughrabi.
"La acusación de robar dinero destinado a aliviar la crisis humanitaria en Gaza es extremadamente seria. Esto hace que sea más importante asegurar que los derechos de Mohamed el Halabi se respetan y que su juicio es justo y transparente", ha añadido Mughrabi.
Según Amnistía Internacional, los juicios en secreto solo pueden celebrarse en circunstancias excepcionales y ha acusado a las autoridades de Israel de no explicar por qué tales condiciones son necesarias en este caso.
Además, la ONG también ha acusado a las autoridades de haber maltratado al sospechoso para obtener una confesión a través de la "coacción", algo que ha pedido que sea investigado.
Desde que se hizo pública la acusación, World Vision ha estado llevando a cabo una revisión completa, incluyendo una auditoría externa, del las supuestas alegaciones.
A pesar de ello, la ONG ha asegurado que encuentra difícil de creer las acusaciones de que se han desviado 7,4 millones de dólares, ya que el presupuesto total en los últimos diez años es de 22,5 millones y El Halabi solo tenía autoridad para gastar un máximo de 15.000 dólares.
Tras el arresto de El Halabi, World Vision ha suspendido sus actividades en Gaza y varios gobiernos han cesado su participación en los proyectos de la ONG en Palestina, algo que según AI afectaría gravemente a una zona donde el 80 por ciento de la población depende de la ayuda humanitaria desde el bloqueo impuesto por Israel en 2007.