El ex canciller alemán Helmut Kohl, uno de los artífices de la integración europea en los 1990, ha lanzado un inusual ataque público contra la política exterior de Angela Merkel, reprochándole que carece de dirección y qe corre el riesgo de minar la influencia de Alemania en el mundo.
La crítica de Kohl a su antigua protegida es el último signo de insatisfación en las filas conservadoras con las políticas de la canciller, especialmente en lo que respecta a su gestión de la crisis de deuda en la eurozona.
"Alemania no ha sido un facto predecible desde hace varios años, tanto en casa como fuera", ha afirmado Kohl, mentor político de Merkel en la Unión Cristiano Demócrata (CDU), en una entrevista concedida al diario 'Internationale Politik'.
"Los enormes cambios en el mundo no pueden ser una excusa para no tener una visión o idea de a dónde perteneces y dónde vas", ha añadido Kohl, de 81 años, y con problemas de salud en los últimos tiempos, por lo que raras veces concede entrevistas.
El ex canciller ha considerado que la UE tiene que estar con Grecia en la crisis de la deuda y ha criticado la decisión de Alemania de abstenerse en la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU para autorizar una operación militar en Libia en marzo pasado.
Asimismo, ha sugerido que Alemania está perdiendo influencia en Estados Unidos, afirmando que nunca hubiera imaginado que un presidente estadounidense visitaría Europa y no iría a Alemania. "Debemos tener cuidado de que no nos jugamos todo. Debemos volver urgentemente a nuestra antigua fiabilidad", ha subrayado.
Merkel ha respondido a las críticas elogiando los logros de Kohl en la reunificación de Alemania y en la construcción europea en una respuesta al 'Sueddeutsche Zeitung'.
"Cada época tiene sus propias demandas específicas. El Gobierno cristiano-liberal está trabajando para controlar decisivamente los retos de nuestro tiempo junto con nuestros socios en Europa y el mundo", ha afirmado.
Las palabras de Kohl, llevadas a la portada por varios diarios este jueves, se producen en un momento delicado para Merkel. Cada vez son mayores las divisiones en el seno de su coalición con el Partido Liberal Demócrata (FDP) por la gestión de la crisis en la zona euro.
El miércoles, el presidente alemán, Christian Wulff, que es miembro de la CDU, cuestionó la legalidad del programa de compra de bonos por parte del Banco Central Europeo (BCE), una decisión que fue adoptada con la aprobación tácita de los Gobiernos de la UE, incluida Alemania.
Además, los sondeos de opinión muestran una creciente insatisfación con la gestión de Merkel de la crisis y un decreciente apoyo a su coalición.