Cómo escapó del 'amor' por la yihad

Noticias Cuatro 21/04/2016 12:21

Aisha Novakovich. hija de una mujer indonesia y un padre yugoslavo, cuando tenía 14 años se puso un niqab horrorizando a su madre.

Llevó el estricto velo durante siete años y su familia la alertó de estarse convirtiendo en una fanática. La adolescente llevó su rebeldía al plano de la religión y colgó en su habitación un cartel de Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda, cuando sus amigas tenían fotografías de cantantes.

'Las personas experimentan con sexo, drogas y alcohol", contó Novakovich, que ahora trabaja en una universidad de Perth y lucha por la integración de jóvenes musulmanes.

Se puso a estudiar en la universidad con el "único objetivo de conocer las debilidades del sistema político occidental" y socavarlas, contó al Daily Mail. "Entonces creía que la única manera de que los musulmanes tuvieran un espacio en la política mundial era a través de un califato".

Incluso, Novakovich, coqueteó con la idea de abandonar Australia y unirse al terrorismo yihadista.

"No puedo precisar el momento exacto en que he pasado de ver el Islam como una fuente de gran paz, que me obligaba a luchar por islam político. Creo que fue un proceso gradual e insidioso."

Llegó a Australia recién nacida, pero su padre murió a los pocos años y su educación estuvo muy influenciado por un tío musulmán, que junto a su madre indujeron a una educación marcada por el Islam.

Empezó junto a sus hermanas a ir a una escuela dominical en una mezquita, aprendió a orar y a leer el Corán.

Sin embargo, Novakovich confiesa que su concepto de familia al estilo musulmán quedó destrozado cuando su marido, con el que se casó a los 19 años, comenzó a golpearla.

Le pegaba incluso cuando estaba embarazada. Él es un hombre muy religioso, que ora cinco veces al día y asistía a la mezquita cada viernes. Entonces comprendió que la religiosidad y el buen carácter no eran la misma cosa.

Este hombre la abandonó cuando ella estaba embarazada de su segundo hijo y para divorciarse contó al jeque una razón sin mucho fundamento.

"Mi ideología fue demolida a golpes", dice Novakovich. Durante esos días oscuros pensé seriamente en dejar el Islam. Me preguntaba qué religión era esta que favorecía a los hombres sobre las mujeres".

Esta activista de los verdaderos valores de un Islam moderado cuenta que la salvó su red de amigos y el apoyo de su familia que le ofreció su amor incondicional.

También ha hablado sobre los políticos australianos que se preguntan por qué tantos jóvenes musulmanes se están radicalizando y uniéndose al yihadismo.

'La conexión a la comunidad y un sentido de pertenencia son imprescindibles para los jóvenes musulmanes ", dijo.

"Estos jóvenes buscan respuestas, por lo que es importante no cerrarlas. Tenemos que hablar de ello. Los jóvenes son curiosos, y yo no era diferente.

'La necesidad de escuchar, entender y llegar a nuestra juventud es más urgente que nunca. "