AI denuncia las "condiciones inhumanas" de las prisiones de Siria, donde han muerto más de 17.000 personas

EUROPA PRESS 18/08/2016 03:01

La organización en defensa de los Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) ha denunciado las "condiciones inhumanas" que imperan en los centros de detención de Siria y de los "terribles abusos" a los que los presos son sometidos en estas cárceles, en las que se estima que más de 17.000 personas han muerto en los últimos cinco años.

En su último informe AI, que recoge los "crímenes de lesa humanidad cometidos por las fuerzas del Gobierno" de Bashar al Assad en diferentes prisiones y, en particular, en la cárcel militar de Saydnaya, ubicada a las afueras de la capital, denuncia a través de las experiencias de más de medio centenar de supervivientes las condiciones en que viven los reos en Siria.

Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y Norte de África, asegura que el "catálogo de relatos de horror" que recoge el informe describe "con espantoso detalle" los abusos a los que se ven sometidos los detenidos desde el mismo momento de su detención, al igual que durante los interrogatorios y su período de reclusión.

"Esta experiencia es con frecuencia mortal, pues las personas detenidas corren el riesgo de morir bajo custodia en cualquier momento mientras la sufren", señala.

Desde AI han denunciado que las fuerzas gubernamentales usen, desde hace "decenios", la tortura como "medio para aplastar a sus oponentes" en el marco de un "ataque sistemático y generalizado contra toda persona sospechosa de oposición al Gobierno en la población civil".

En este sentido, la organización ha pedido que se lleve a los responsables de estos "crímenes horrendos" ante la Justicia, y que Rusia y Estados Unidos, que encabezan las conversaciones de paz sobre el país, den la "máxima prioridad" a estos abusos para que pongan fin "al uso de la tortura y otros malos tratos".

A propósito de la publicación de este informe, AI ha pedido que se libere a todos los presos de conciencia y que se permita el acceso de observadores independientes en todos los lugares de detención.

DE 45 MUERTOS AL AÑO A 50 AL MES

En el informe se recogen los datos de las víctimas dentro de las instalaciones penitenciarias del país, según las estadísticas del Grupo de Análisis de Datos de Derechos Humanos (HRDAG), que apuntan a que de las 45 muertes bajo custodia registradas entre 2001 y 2011 se ha pasado a más de 50 muertos por semana en los últimos cinco años.

No obstante, AI subraya que se trata de una "estimación moderada", ya que las dos organizaciones creen que "con decenas de miles de personas sometidas a desaparición forzada en centros de detención de toda Siria la cifra real probablemente sea aún mayor".

Según los testimonios de los supervivientes, los abusos se llevan a cabo desde el mismo momento de la arresto y que, a su llegada al centro de detención, tienen que pasar por la 'fiesta de bienvenida', un rito en el que les propinan "brutales palizas, a menudo con barras de silicona o metal, o con cables eléctricos".

Estas prácticas van seguidas, según indican, por "chequeos de seguridad" en los que las mujeres en particular son sometidas "a violación y agresión sexual por los guardias". Los interrogatorios en las instalaciones de los servicios sirios de Inteligencia tampoco están libres de malos tratos, que se suman a las condiciones deplorables de los servicios: hacinamiento, falta de comida y atención médica e insuficiente saneamiento.

Todas ellas, denuncia AI, "constituyen trato cruel, inhumano y degradante y están prohibidas por el derecho internacional". Uno de los supervivientes, que ha preferido utilizar un nombre ficticio para proteger su identidad, asegura que en una ocasión la ventilación dejó de funcionar y siete personas murieron por asfixia.

PRISIÓN DE SAYDNAYA, UN INFIERNO

Sin embargo, la peor parte se la llevan los que llegan a la prisión militar de Saydnaya. Algunos de los detenidos, tras pasar "meses o incluso años" en los centros de Inteligencia, llegaban a esta cárcel tras ser sometidos a juicios militares que "a menudo no duraban más que unos minutos".

AI define la prisión de Saydnaya como un lugar en el que "la tortura y otros malos tratos parecen ser parte de un afán implacable por degradar, castigar y humillar a los presos". Omar S., uno de los supervivientes, asegura que en este centro "parecía que la finalidad era la muerte, alguna forma de selección natural para librarse de los débiles en cuanto llegaban".

Las extremadamente duras condiciones de la prisión llevaron a un abogado de Alepo, Salam, ha conocer el "olor de la tortura". La organización explica cómo los recluidos en esta prisión militar ubicada a las afueras de Damasco pasan sus primeras semanas en "celdas subterráneas", donde "se congelan de frío".

Ante las escalofriantes declaraciones de los supervivientes, Luther ha señalado que "la naturaleza deliberada y sistemática de la tortura y otros malos tratos en la prisión de Saydnaya representa la forma más elemental de crueldad y una falta despiadada de humanidad".

La mayor parte de los supervivientes, señala la organización han quedado "marcados física y psicológicamente por su terrible experiencia" y, tras quedar en libertad, huyeron para sumarse a los más de once millones de sirios que viven desplazados de sus hogares.

Para la elaboración del informe, AI en colaboración con Forensic Architecture, ha creado una reconstrucción virtual en tres dimensiones de esta prisión, una de las más infames de Siria.

DERECHO DE VETO DE RUSIA

Las deplorables condiciones de los centros de detención de Siria deberían, desde la perspectiva de Amnistía Internacional, ser prioritarios para la comunidad internacional, a quien ha pedido que trate de "poner fin" a estas prácticas, tan arraigadas entre las fuerzas de inteligencia y de seguridad del país.

"Rusia lleva años utilizando su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a su aliado, el Gobierno sirio, e impedir que responsables concretos del Gobierno y las fuerzas armadas sean llevados ante la justicia por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional", ha lamentado Luther.

Por ello, ha señalado que "es preciso poner fin ya a esta a vergonzosa falta de humanidad ante el sufrimiento en gran escala". Asimismo, AI ha solicitado a la comunidad internacional que "garantice que las personas supervivientes de tortura reciben el tratamiento médico y psicológico y el apoyo social necesarios para su rehabilitación.