ACH llama la atención sobre la "crisis olvidada" del Lago Chad y advierte de que puede ir a peor

EUROPA PRESS 24/11/2016 13:42

La región del Lago Chad, que abarca partes de Nigeria, Níger, Chad y Camerún, vive una "crisis silenciosa" como consecuencia de la insurgencia del grupo terrorista Boko Haram que ha dejado a 9,2 millones de personas necesitadas de ayuda y a más de 500.000 niños con desnutrición aguda severa, ha alertado este jueves Acción contra el Hambre (ACH).

"La crisis del Lago Chad es una crisis que pasa desapercibida porque hay otras crisis humanitarias pero tiene un impacto muy alto sobre la vida de las personas", ha subrayado Chiara Saccardi, jefa del equipo de emergencia de ACH y que recientemente ha visitado la región nigerina de Diffa, la más afectada por el conflicto en este país.

"Nos preocupa mucho el nivel de inseguridad alimentaria", ha añadido, incidiendo en que hay 6,3 millones de personas en esta situación y la ONG ha estimado en más de 500.000 los niños en situación de desnutrición aguda severa.

Según ha explicado, las evaluaciones realizadas por ACH apuntan a un 27,8 por ciento de nivel de malnutrición global, casi el doble del 15 por ciento que se considera "nivel de crisis", mientras que la malnutrición aguda severa, "cuando las cosas están al límite para poder salvar la vida de los niños", es del 8 por ciento, frente al 2 por ciento que se considera crisis y el 5 por ciento que se considera catástrofe.

"Estamos hablando de unas cifras brutales y tememos que puede ser solo la punta del iceberg", ha advertido Saccardi. Por eso, "hay que sacar del olvido esta crisis porque estamos hablando de que podría haber una hambruna si no hacemos algo hoy". Actualmente, ha añadido, "estamos en nivel 4 en cuanto a inseguridad alimentaria y, con lo que hemos visto, es probable que en 2017 pasemos a nivel 5, es el nivel máximo".

A ACH le preocupa especialmente la situación en la región nigeriana de Borno, epicentro del conflicto y donde los avances de las fuerzas gubernamentales desde el pasado verano han permitido acceder a algunas zonas que antes estaban aisladas. En esta región hay más de 3 millones de personas necesitadas de ayuda urgente, ha indicado Anaïs Ritter, responsable de recursos humanos del equipo de emergencia de ACH.

Solo en Borno, ha precisado, se calcula que hay unos 250.000 niños en situación de desnutrición aguda severa. ACH cuenta con dos clínicas en Monguno, una localidad en la que hay unos 65.000 desplazados internos, que reciben unos 800 casos de niños con desnutrición al mes. "Esto es una cifra enorme al límite de lo que se define como catástrofe", ha afirmado.

CRISIS SILENCIOSA DE EFECTOS HORRENDOS

"Estamos hablando de una crisis silenciosa pero con unos efectos horrendos", ha subrayado Ritter, explicando que en esta zona todo ha quedado destruido y la población, tanto la local como los desplazados, "apenas tienen acceso a agua ya que los pozos han sido destruidos".

La responsable de ACH ha precisado que temen "lo que nos vamos a encontrar cuando se liberen otras zonas en los próximos meses" tras lo visto en las áreas liberadas desde el verano.

Tanto Saccardi como Ritter han puesto el acento en los problemas de inseguridad que impiden acceder a las personas necesitadas, tanto por la presencia de las fuerzas de seguridad de estos países como por la propia presencia de Boko Haram, que sigue perpetrando ataques tanto en Nigeria como en los países vecinos.

"Esto provoca a su vez movimientos continuos de la gente porque teme que haya un nuevo ataque", ha indicado Saccardi, subrayando que en el caso de Diffa, en Níger, confluyen las necesidades de la población local, los desplazados internos, los refugiados llegados de Nigeria y los nigerinos retornados del país vecino.

"Estamos muy preocupados de cara al futuro por eso en 2017 vamos a incrementar nuestra respuesta en la región de Lago Chad", ha manifestado Saccardi, que ha lamentado que de los 739 millones de dólares solicitados por la ONU para atender las necesidades de los 9,2 millones de personas afectadas por el conflicto solo se han cubierto "el 30 por ciento y quedan unos 550 sin cubrir".

"Las necesidades son brutales y la comunidad humanitaria no puede hacerse cargo de todo si no hay fondos", ha subrayado, máxime cuando además se trata de una crisis en la que "operar es altamente difícil, cuesta mucho reclutar personal por la grave inseguridad imperante, y poder garantizar la seguridad de nuestros trabajadores es un reto muy alto".