Suzanne Basso, de 59 años, ha muerto por inyección letal en la cámara de ejecuciones de la Penitenciaría Estatal de Huntsville, ciudad al norte del estado de Alabama. Se trata de la decimocuarta mujer ejecutada en Estados Unidos desde que la Corte Suprema del país norteamericano restableció la pena de muerte en 1976.