Lieberman, dirigente del partido ultranacionalista Yisrael Beitenu, dimitió en 2012 de la cartera de Exteriores después de ser acusado de fraude y de abuso de confianza en relación con el supuesto nombramiento de un diplomático a quien habría otorgado una embajada a cambio de un chivatazo sobre ciertas investigaciones policiales en un asunto de su interés.
Benjamin Netanyahu ha ejercido la cartera de Exteriores desde la dimisión de Lieberman, para quien ha dejado vacante el cargo a la espera de lo que decidieran los tribunales.
El Tribunal de Jerusalén ha decidido unánimamente absolver a Lieberman de todos los cargos. "Este capítulo ya es pasado para mí", ha declarado el exministro a la prensa a la salida del tribunal. Los fiscales han precisado que están estudiando la posibilidad de recurrir el veredicto.
Lieberman mantuvo una actitud claramente obstruccionista respecto a las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos patrocinadas por Estados Unidos, que se reanudaron el pasado mes de julio después de tres años de estancamiento.
Su partido se ha convertido en una de las fuerzas políticas más importantes de Israel gracias al apoyo de los inmigrantes de las antiguas repúblicas soviéticas, entre los que figura el propio Lieberman (nacido en 1958 en Moldavia).
Lieberman se ha unido a la larga lista de políticos israelíes procesados por corrupción en los últimos años. El que fuera primer ministro Ehud Olmert se vio obligado a renunciar a su puesto en 2008 por este motivo, aunque desde entonces ha sido absuelto de casi todos los cargos que pesaban en su contra.