Las autoridades fueron alertadas de lo sucedido a las 6 de la mañana, según ha indicado Norma Eisenman, la portavoz de las fuerzas de seguridad de Los Ángeles, que ha explicado que la zona ha sido rápidamente acordonada.
El principal sospechoso, Jamie Otis, ha admitido haber cometido el acto de vandalismo y ha explicado que su principal intención era la de retirar por completo la estrella de la zona, según ha informado el diario 'New York Times'.
El objetivo de Otis era el de subastar la estrella, que fue colocada en 2007, para reunir fondos destinados a las once mujeres que han acusado recientemente a Trump de abusos sexuales, según ha señalado el testigo y editor de la revista Deadline Hollywood Dominic Patten, que conducía por la zona cuando presenció lo sucedido.
Según Patten, el hombre, vestido como un trabajador del sector de la construcción, se acercó a la estrella con un martillo y una piqueta. "Entonces golpeó varias veces contra el suelo e intentó retirar la estrella haciendo uso de la piqueta".
"Estuvo allí cinco minutos y luego se retiró rápidamente", ha indicado Patten. En abril, la estrella fue pintada con una esvástica en el marco de un incidente que extendió los rumores sobre una posible retirada de la misma.
Sin embargo, el presidente de la organización del Paseo de la Fana, Leron Gubler, ha negado cualquier propuesta real de retirada de la estrella y ha manifestado que "este acto supone un punto histórico de inflexión".
"Una vez que se añade una pieza al Paseo, ésta forma parte de la historia del Paseo de la Fama de Hollywood para siempre. Por eso jamás hemos retirado ninguna estrella", ha aseverado Gubler.