El Gobierno británico denuncia los errores estéticos sin calidad que otros cirujanos han de reparar

cuatro.com 23/04/2019 18:47

Subir de volumen el labio superior, o rellenar diferentes áreas faciales con Botox puede resultar una decisión letal en el caso de no realizarse en una clínica hábil para ello ni ser practicado por un profesional médico. Además, los expertos alertan de que diversos rellenos dérmicos pueden causar sensibilidad, enrojecimiento, e incluso infecciones e hinchazón dolorosa si no se inyectan adecuadamente. Se estima que el 20% de las operaciones estéticas realizadas por médicos especialistas son para corregir algún tipo de anomalía anterior. Por este motivo el Gobierno británico lanzará una campaña a partir del mes de mayo para advertir las consecuencias negativas que puede acarrear realizarse un retoque estético en un lugar no viable, tal y como ha indicado el medio DailyMail.

Según los expertos, la popularidad de esta práctica entre las celebridades puede estar impulsando la demanda de los procedimientos, aunque los clientes desconocen aún sus riesgos. El propio grupo de campaña Save Face, ha indicado que más de 600 personas presentaron quejas oficiales sobre los rellenos dérmicos fallidos solamente entre el año 2017 y 2018.

El proyecto irá destinado a ofrecer asesoramiento profesional sobre Botox, rellenos y otras cirugías estéticas antes de seguir adelante con ellos, así como reducir la cantidad de personas que terminan con resultados fallidos que deben ser reparados por un médico especialista.

Efectos adversos de la mala práctica: dolor punzante

Este tipo de intervenciones sin licencia han afectado a diversas mujeres que describen el incremento de labios como la apariencia de un "elefante", describiendo además un dolor "punzante" intenso y la sensación de que su boca se dividiría.

Entre ellas, Billie Roocroft, una enfermera de 23 años de Greater Manchester que se quedó con los labios muy hinchados después de que su tratamiento de £ 120 terminase en un desastre. "Me picaban los labios y me dolía mucho por el estiramiento, sentí ganas de llorar porque también me dolían el cuello, la mandíbula y la garganta", ha confirmado.

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