En concreto, algunas de las fotos difundidas habían sido realizadas de forma consentida, mientras que en otras ocasiones se habían tomado después de que las jóvenes fueran coaccionadas.
La investigación comenzó a mediados de marzo, instante en el que la Policía Local tuvo constancia de la situación gracias a la coordinación con los centros escolares del municipio, ya que desarrolla las labores de agente tutor.
De este modo, comenzaron las diligencias hasta encontrar a quienes realizaron dichas fotos. Esta agente ha señalado que no alcanzan a saber la propagación total de las imágenes, pero que incluso pueden estar fuera del país.