Una testigo del Madrid Arena: "O soltaba la mano de mi amiga o me rompían el cuello"

Noticias Cuatro / Agencias 17/02/2016 17:30

Así lo ha relatado Al-Hamouti en la Sala Cero de la Audiencia Provincial de Madrid, donde del mismo modo ha afirmado que en un momento dado, dentro de la avalancha, vio cómo la cara de su amiga se ponía morada y cambiaba de color y le decía que no tocaba el suelo y que estaba "literalmente flotando".

"Ahí me di cuenta de que o salía de allí o algo malo iba a pasaba; mirabas alrededor y solo había gente gritando", ha relatado Al-Hamoudi ante la fiscal Ana Muñoz entre sollozos.

Cuando estaba intentado salir del vomitorio se cayó encima de un chico que le pidió que se levantara rápido porque tenía a otra chica debajo. Cuando consiguió ver a su amiga Sandra de nuevo tenía una cara "de cadáver, con la vista ida". La cogió del brazo y decidió salir "como fuera". Tuvo que ir "empujando" para llevar a su amiga hasta la enfermería, quien le pedía que parase.

Según ha relatado Al-Hamoudi, la gente que estaba al lado "no se enteraba de lo que pasaba". "Era ilógico", ha apuntado. Cuando consiguieron salir vio "un túnel muy largo que daba a la calle" y había una puerta "que estaba como cerrada" pero no se abría. De repente "un hombre gigante con chaleco amarillo" tiró al suelo a su amiga "porque le había dicho que no podía estar allí", ha asegurado la testigo. Según Al-Hamoudi se rieron de ellas y dijeron "estas son otras dos borrachas".

Mordiscos y arañazos

La testigo Macarena González ha asegurado que se desplomó en el suelo, y tiró del pelo a su amiga para que el chico que la había liberado a ella viese también a su amiga y la sacase del vomitorio. Una vez las dos fueron liberadas se dirigieron hacia el cuarto anexo al vomitorio. Durante la avalancha ha asegurado que "la gente que tenía debajo" la mordía y la arañaba para conseguir salir de allí.

González ha sido requerida por la letrada de la familia de Cristina Arce sobre las puertas anexas al vomitorio, y la testigo ha asegurado que "los de Seguridad" tuvieron que pisar a la gente "porque no había otra manera" para poder abrir la puerta y comenzar a sacar a gente.

Ya fuera de la avalancha, González ha señalado que tenía las piernas paralizadas, sin nada de fuerza. A día de hoy continúa con la pierna mal. Le mandaron rehabilitación, la estuvo haciendo, pero a día de hoy todavía continúa con dolores en la pierna.