En declaraciones a Europa Press, el portavoz del SME, Toni Castejón, ha considerado que "las Taser deben estar en la calle" y que así lo debe reflejar el protocolo policial, ya que por ahora la previsión es que estas pistolas las tenga el jefe de turno de cada comisaría.
Reclaman este tipo de arma para que los policías puedan evitar un cuerpo a cuerpo y puedan reducir al sospechoso con más facilidad, y también quieren que en la medida de lo posible se deje de usar la técnica de inmovilizarle entre varios agentes haciendo fuerza encima de él, para evitar consecuencias como la del caso de Juan Andrés Benítez del Raval, que murió en una actuación policial.
Además, piden que en este tipo de casos en los que un sospechoso ofrece resistencia a los policías, se avise desde el primer momento al Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y que en la recopilación de información para los atestados se sea "absolutamente riguroso".
Desde el sindicato también recomiendan que en este tipo de actuaciones no se recoja ni se limpie nada de la escena, pese a que en la Escuela de Policía se enseña que hay que retirar los objetos peligrosos, ya que puede ser interpretado en un juicio como "destrucción de pruebas".