Sánchez hará responsable a Podemos de que siga Rajoy si no apoya su pacto

Noticias cuatro/Agencias 28/02/2016 11:43

Después de un mes de negociaciones, Sánchez se someterá finalmente al Pleno con el único apoyo cerrado del partido de Albert Rivera, que le dio el 'sí' la pasada semana después de que el líder de los socialistas aceptara su propuesta de reforma 'exprés' de la Constitución, que entre sus cinco objetivos incluía la supresión de las diputaciones, un asunto que ha acarreado algún dolor de cabeza al candidato.

Este pacto levantó de la mesa a Podemos, tan sólo 48 horas después de sentarse por primera vez a negociar. También lo hicieron IU y Compromís, con quienes el equipo socialista había hecho avances importantes que esperaban que culminaran en acuerdo, como sí ocurrió con Coalición Canaria.

Mientras tanto, el PNV no ha firmado ningún compromiso con el PSOE, pese a que los socialistas confiaban en que pudieran sumar al sellado con Ciudadanos, pero seguirán negociando en los próximos días y esperan cerrar un compromiso.

TIENE EL RESPALDO DE LA MILITANCIA

En previsión de que pudieran producirse más pactos, el PSOE redactó una pregunta genérica para la consulta en la que este sábado obtuvo un respaldo mayoritario: casi el 80% de los afiliados respaldaron su pacto.

En esta votación, la dirección preguntó a sus bases si apoyan los "acuerdos con distintas fuerzas políticas" que ha "alcanzado y propuesto" el PSOE para apoyar la investidura de Sánchez y conformar "un gobierno progresista y reformista".

Y para esto pedirá Sánchez el apoyo al resto de los partidos a partir de este martes, a excepción del PP y de los independentistas. Su 'socio' en este pacto sí que apelará a los 'populares' para que se abstengan, pero los socialistas ya han avisado de que, en esto, no cuentan con ellos.

Tras un mes de negociaciones, el secretario general del PSOE defenderá ante su Comité Federal mañana y ante el Congreso el martes que no ha perdido la coherencia desde el día después de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre.

Y, en concreto, ha seguido la 'hoja de ruta' que su partido marcó el 28 de diciembre, tras unos días en los que el resultado electoral y las especulaciones sobre pactos con Podemos apoyados en los independentistas le hicieron pasar sus peores momentos al frente de la Secretaría General del partido.

Ese día, el Comité Federal dijo que el PSOE no apoyaría una investidura de Rajoy ni de ningún candidato del PP y no se sentaría a hablar con partidos que no defendieran la unidad de España.

Sánchez defenderá que esto es lo que ha hecho. Es más, el pasado viernes ya dijo en una asamblea con militantes en Alcalá de Henares (Madrid) que, al asumir la investidura, tenía dos opciones: un pacto de izquierdas que necesitaba a los independentistas o un acuerdo con las "fuerzas del cambio", que sumara a Ciudadanos.

Finalmente, ha sido el de Albert Rivera el partido con el que ha logrado cerrar un acuerdo, que Sánchez defiende que es "de izquierdas". Y como los 130 diputados que suman no son suficientes para llegar a La Moncloa, pedirá a Podemos que lo apoye.

Pero además de tenderle la mano, como los socialistas aseguran que no han dejado de hacer desde el primer momento, también lanzará un mensaje que centrará el relato que los socialistas quieren construir a partir de ahora: si Podemos no apoya a Sánchez, estará votando sí a Mariano Rajoy.

Así, le retará a Pablo Iglesias y los suyos a demostrar a qué espectro político pertenece. "Son tan de izquierdas que son capaces de votar en contra de un candidato del PSOE para que siga gobernando el PP", avisó el viernes.

Con este objetivo, Sánchez destacará previsiblemente las medidas más sociales que figuran en su acuerdo con Ciudadanos y preguntará a los partidos de izquierdas si van a votar que no al ingreso mínimo vital, un nuevo Estatuto de los Trabajadores, la paralización de la LOMCE o la derogación de los artículos recurridos de la 'Ley Mordaza'.

Y les avisará de que si votan 'no' a estas políticas e impiden que sea investido, lo que estarán haciendo es votar sí a "la continuidad de Mariano Rajoy" en La Moncloa. Esta semana, insisten desde Ferraz, el líder del PP "se puede ir a su casa".

Con todo, en el PSOE reconocen que es difícil que Podemos se salga de su carril. Así, y aunque la dirección socialista no trabaja para una investidura fallida, sino para que Sánchez vaya a La Moncloa, admiten que el escenario es complicado.

A partir de aquí, y si Sánchez no lo logra en esta primera votación, seguirán trabajando por el cambio y tendiendo la mano a Podemos, porque dicen estar convencidos de que el líder del PSOE será presidente del Gobierno y no habrá que ir a elecciones.

Por eso, y en respuesta a Podemos, que dice que espera el "fracaso" con Ciudadanos para volver a negociar, aseguran que seguirán en su empeño de liderar un gobierno de cambio. Y eso incluye a Ciudadanos, porque ambos partidos defienden que el acuerdo "no tiene fecha de caducidad".

Para ello, Sánchez seguirá blandiendo las que sus afines consideran sus armas: la paciencia y la determinación. La dirección socialista cree que en estos dos últimos dos meses, el secretario general ha demostrado templanza y sosiego y ha sabido liderar unas negociaciones en una situación complicada.

Para los próximos al líder del partido, la figura de Sánchez ha crecido en estos dos meses. Frente al "escapismo" de Rajoy y el "ego" de Pablo Iglesias, creen que el socialista ha sabido ponerse al frente y ha demostrado capacidad de diálogo.

En este tiempo, le ha acompañado también una situación interna más favorable. Todo el PSOE ha cerrado filas y, con mayor o menor entusiasmo, ha respetado el liderazgo de Sánchez y su momento político, aunque la supresión de las diputaciones ha provocado algún conato de incendio, que después no se trasladó en la consulta.

De hecho, sólo en Huesca ganó el 'no' y en el resto de provincias, los militantes se pronunciaron mayoritariamente a favor del acuerdo. Pese a los temores de la dirección ante la posibilidad de que la participación fuera muy baja, Ferraz respiró el sábado tranquilo porque casi el 52% de los militantes han votado y la "abrumadora" mayoría (el 78,9%) le ha expresado su apoyo.

Además, los resultados por federaciones no han arrojado grandes diferencias que se podrían haber interpretado en función de la afinidad de sus 'barones'. Sí ha sido destacado el entusiasmo de Euskadi, que se corresponde con la cercanía con Sánchez de su secretaria general, Idoia Mendia: han votado el 70,02% y el 90,62% ha dicho sí. Del otro lado, el menor respaldo ha estado en Aragón: un 63,65% han votado a favor.