Vuelta al cole para Pedro Sánchez. Durante tres meses el Gobierno socialista ha tirado de decreto ley. Ahora tendrá que pasar el filtro del Congreso, que ya este jueves, deberá convalidar o no la mayoría de ellos. Al PSOE le toca remangarse y negociar.
Los socialistas no tienen garantizado el respaldo. Así que podría quedar en nada su decreto de sanidad universal para los inmigrantes o el de reformas contra la violencia machista, que incluye polémicos apartados como que los servicios sociales otorguen a una mujer la condición de víctima sin necesidad de denuncia.
Los Presupuestos, el caballo de batalla
Pero además de decretos, Sánchez también tienen otros retos por delante. El mayor de ellos, el de los presupuestos para 2019. Ayer el presidente del Gobierno en una charla informal con la prensa a la vuelta de su gira iberoamericana se mostró optimista. Su idea es cerrar un acuerdo con Podemos en lo sustancial y después ampliarlo... Aunque la subida de impuestos a las rentas altas y al capital que pide Pablo Iglesias dividen a sus aliados parlamentarios. Los contactos con Pablo Iglesias ha sido continuos y hay sintonía.
El líder de la formación morada, retirado de la primera línea política en julio por el nacimiento prematuro de sus gemelos, retoma su actividad política y lo hace esta noche con una entrevista con Pedro Piqueras en Informativos Telecinco a partir delas 21h.
El otro gran desafío, Cataluña
Está a la vuelta de la esquina la celebración de la Díada y la conmemoración del 1-O. El Gobierno cree que la situación está mejor que hace un año e insiste en la importancia de tener gestos, como la celebración de un Consejo de Ministros en Barcelona o el encuentro con Torra en el Palau de la Generalitat previsto para otoño. Aunque Sánchez ha advertido de que no tolerará la vuelta a unilateralidad.
Todo en un curso político con el horizonte de las próximas elecciones municipales y autonómicas y con la incertidumbre de cuándo se producirán las generales. Sánchez insiste: su intención es acabar la legislatura.