Un rey entre dos épocas

Juan Antonio Nicolay 02/06/2014 15:41

Su mensaje la noche del golpe es la imagen de marca de su reinado. Don Juan Carlos, en la negra noche del 23F, del lado de la Constitución. Enfrentado a quienes intentaban forzar el regreso a la España de la dictadura y el blanco y negro. Nacido en Roma, el 5 enero del 38... Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón dos Sicilias, arrastraba hasta ese día el peso de aquella España: hijo de don Juan -un rey que nunca reinó- y designado heredero por el hombre que se lo había impedido. Franco - maquiavélico- buscó en él la continuidad de su régimen. Juró en el 69 los principios del Movimiento y su aceptación de la Corona. Hasta el 75 no llegó su momento. Don Juan Carlos, un "rey bajo sospecha" en aquella España en reconstrucción. Forzado a mantener los viejos adeptos y ganarse la simpatía de quienes lo aceptaron como mal menor. Era la nueva monarquía constitucional y él, el rey cuando hubo que elegir nuevo presidente: Adolfo Suárez; cuando la ley para la reforma política: cuando las primeras elecciones; la aparición de los nuevos partidos; incluso la legalización del PCE. Tiempos difíciles, y a todo esto, llegó el golpe. En aquella crisis... Don Juan Carlos encontró su oportunidad. España, seducida por un gesto. El rey y con él la familia real despegan. Cobran simpatía y valor icónico entre la opinión pública. En un país que se ha quitado el complejo de votar socialita, que ya es incluso Europa. Años plácidos y de madurez institucional, la alternancia en el poder, los progresos y las crisis se suceden sin mayores novedades en Zarzuela. Don Juan Carlos encuentra su sitio: de puertas adentro, estabilidad; de puertas afuera, diplomacia. Y así va casando a los hijos, llegan los nietos, los yernos, el martirio... Así bautizaron en Zarzuela el escándalo judicial que salpica al marido de su hija menor. Otro antes y otro después en su reinado. La salud le pasa factura, comete sus propios errores: Don Juan Carlos enfila el camino del adiós. Su etapa coincide con el más largo periodo de democracia de la historia de España. Se va al poco de que se fuera también Adolfo Suárez, su gran compañero en los difíciles albores de este tiempo. Por Juan Antonio Nicolay