Hace menos de una semana –algo también insólito- la página de internet de la Casa del Rey explicaba que en el chequeo anual al que se somete Don Juan Carlos, los médicos habían constatado “la agudización de una antigua hernia discal en columna lumbo-sacra” y que estaban estudiando el caso “para determinar su tratamiento más adecuado”. Durante esta semana, en la que el monarca ha estado apartado de la agenda oficial de actos, los especialistas han estado barajando qué era lo más conveniente: unos días de reposo, infiltraciones o que volviera a la mesa de operaciones.
No es fácil la decisión que han adoptado puesto que se trata de una intervención mucho más complicada que la de cadera y entraña muchos más riesgos. Las secuelas podrían llegar a ser irreversibles. Sin embargo, parece la mejor opción para poner fin a los fuertes dolores de espalda que aquejan últimamente al Rey y que incluso le impiden ponerse totalmente derecho. La fatiga también se aprecia a la hora de leer los discursos.
Cancelado el viaje a Marruecos
Tras conocerse el veredicto de los médicos de Don Juan Carlos, la Oficina de Información Diplomática (OID) ha emitido a su vez un comunicado anunciando la cancelación del viaje oficial que el Rey tenía previsto hacer a Marruecos entre el 3 y el 5 de marzo. Iba a ser su primera visita al extranjero tras la operación de cadera del pasado 23 de noviembre pero se ha convertido en el segundo viaje del Jefe del Estado que se anula este año. El monarca quería desplazarse a Abu Dabi a principios de enero para apoyar a las empresas españolas pero los doctores se lo desaconsejaron rotundamente.
Tres meses con muletas
Las complicaciones en la hernia discal llegan cuando el Rey todavía necesita las muletas para desplazarse, consecuencia de la colocación de una prótesis en el lado izquierdo de la cadera el pasado mes de noviembre. En aquella ocasión, el traumatólogo Ángel Villamor le pidió al monarca que fuera despacio y se diera tiempo para la recuperación. En ese sentido, le instó a tomarse unos cuantos días de reposo y a hacer uso de las muletas todo el tiempo que fuera necesario; no como tras su rotura de cadera en Botsuana el 14 de abril, cuando se reincorporó muy rápidamente a la actividad. Algo que, como ha quedado demostrado, le acabó pasando factura.
Fuentes de la Zarzuela aseguran que durante las fiestas navideñas, el Rey empezó a desplazarse con una sola muleta pero que de nuevo los médicos le invitaron a que siguiera haciendo uso de ambas. Tres meses después de la operación, no hay fecha para que deje de utilizarlas.
La duodécima operación
El próximo 3 de marzo será la doudécima vez que Don Juan Carlos pasa por el quirófano. La seis últimas intervenciones se han producido en un corto periodo de tiempo. Si hasta 2010 la mayoría de veces que tuvo que ser operado fue por lesiones deportivas o por caídas, desde entonces el pulmón, la rodilla, el tendón de Aquiles y la cadera han sido los que le han dado problemas. Un médico de La Zarzuela comentaba esta semana a los periodistas que el Rey siempre ha tenido “una salud de hierro” pero que, como le ocurre a muchas personas, las complicaciones han llegado todas a la vez.