A primera hora de la mañana, aún había una veintena de partidarios del referéndum concentrados frente a esta sede de la Generalitat. Hasta las siete de la mañana no han podido salir los últimos Guardias Civiles, escoltados por los Mossos.
La noche ha sido muy complicada en la Ciudad Condal. Si durante el día miles de personas se han concentrado en distintos puntos de la ciudad, donde se estaban llevando a cabo los resgitros, esta noche, según el Ayuntamiento de Barcelona, hasta 40.0000 personas se han concentrado a las puertas de la Consejería de Economía.
En una declaración institucional desde Moncloa esta pasada noche, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido de que el referéndum ilegal de independencia en Cataluña "ya no se puede celebrar" y ha pedido a los responsables de la Generalitat que "cesen en sus actuaciones ilegales". El jefe del Ejecutivo ha mostrado su disposición a dialogar, pero siempre en el marco de la ley. "Cada ilegalidad y cada vulneración tendrá una respuesta firme, proporcionada y rigurosa", ha dicho.
Antes, por la mañana, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, rodeado por todo su Govern, en otra declaración institucional había acusado al Gobierno central de sobrepasar "la línea roja que lo separaba de los regímenes totalitarios".
"El Gobierno español ha suspendido de facto la autonomía catalana y de facto ha declarado el Estado de excepción", dijo Puigdemont para insistir en que el 1-O votarán.
La intervención policial, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona y en la que se investiga formalmente a 20 personas, se ha saldado con 14 detenidos, entre ellos el número dos de Oriol Junqueras, Josep María Jové. Los agentes también se han incautado de 9,8 millones de papeletas para votar 'Sí/No' en el referéndum.