El abogado de la demandante, Fernando Osuna, ha informado a Europa Press de que, tras fallecer, el supuesto padre biológico de su patrocinada fue incinerado, siendo "imposible" la práctica de pruebas biológicas directas, por lo que la demanda se basa en el ADN conseguido a través del pañal y que demostraría que es sobrina de esta mujer.
El letrado ha explicado que la demandante es hija de un importante agricultor fruto de las relaciones íntimas extramatrimoniales con su madre después de que ambos se conocieran en una de sus fincas rústicas e iniciaran una relación sentimental "prolongada" en el tiempo.
Osuna ha precisado que, debido a que la madre de su patrocinada era de etnia gitana y a la posición social de ambas familias, la madre de su presunto padre biológico se oponía a la relación, "por lo que se veían a escondidas".
Fruto de dicha relación, su madre se quedó embarazada y la recién nacida se quedó con sus abuelos maternos, mientras que el supuesto padre se hizo cargo de la manutención de su hija "de forma acorde con la época", con tinajas de aceite o garbanzos, e incluso le puso un profesor, unos gastos de manutención que "se mantuvieron mucho tiempo".
Según expone el letrado, la paternidad del agricultor "era sobradamente conocida en el barrio y por aquellas personas que conocían a las partes", a lo que se suma que no tuvo más hijos y murió soltero.
"Existe un parecido físico con su presunta hija, rostro y gesto, las fotografías aportadas lo acreditan", pone de manifiesto el abogado, que añade que, a través de esta demanda, su patrocinada podría heredar más de tres millones de euros, de manera que los sobrinos del presunto padre "tendrían que entregarle gran parte de lo que en la actualidad poseen".