Rajoy: "Comencemos por respetar la Constitución y luego hablaremos"

NOTICIAS CUATRO 20/02/2013 15:24

Ha agregado que la carta magna deja sentado que la nación española es indisoluble, que la soberanía nacional reside en el pueblo español y que se reconoce la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran. "Comencemos por respetar la Constitución y la Ley y luego hablaremos de lo que haga falta", ha sentenciado.

Durante su intervención, Rajoy ha dejado para el final una reflexión sobre la "unidad", la "organización territorial" y la "estabilidad política" del Estado, capítulo dirigido a acontecimientos como la declaración soberanista del Parlamento catalán, o las pretensiones independentistas de la Generalitat de Cataluña, pero que Rajoy no ha mencionado en ningún momento.

El jefe del Ejecutivo ha recordado los citados preceptos constitucionales sobre la unidad de España y también, cómo el artículo 149.1.32 concede al Estado la competencia exclusiva sobre la convocatoria de consultas por vía de referéndum. La distribución de competencias entre la administración central y la autonómica, ha añadido, la "fija" el Título VIII.

El jefe del Ejecutivo ha subrayado que este Estado autonómico puede ser cuestionado, que caben críticas y propuestas de un modelo diferente, pero siempre que se hagan "dentro del marco de la legalidad". "Lo que no es aceptable, y espero que en esto estemos todos de acuerdo, es que se tomen decisiones que vayan en contra de la propia carta magna. Y menos desde las instituciones", ha manifestado a continuación, para insistir en que nada se logrará contra la Constitución y que su gobierno es el garante "obligado" de que esta se cumpla.

Rajoy se ha comprometido a mantenerse "permanentemente abierto al diálogo con todas las comunidades autónomas", para abordar cualquier diferencia de criterio, "necesidades insatisfechas, o carencias fiscales, económicas o competenciales", pero siempre dentro del marco constitucional, ha reiterado.

Y para este debate, ha incidido en que ya existen foros de diálogo entre las administraciones, como las comisiones bilaterales, las multilaterales o las conferencias de presidentes. "No faltan ni marcos ni ocasiones para el diálogo. Si hay voluntad, siempre se puede llegar a acuerdos sin más exigencias que las que nos imponen el respeto a las leyes, a la razón y a la solidaridad", ha añadido.

El presidente ha lanzado después otro mensaje con destinatarios claros a los que tampoco ha mencionado. Ha advertido en contra de la reforma de la Constitución, como propone el PSOE, cuando no se tiene claro "qué se pretende reformar", cuando no es el momento "más oportuno" para ello y cuando no se cuenta con "suficiente grado de consenso social y político".

"Digo esto porque la Constitución no se hizo al gusto de nadie en concreto, sino al servicio y con el acuerdo de todos. Y éste precisamente es uno de sus grandes valores, un valor que, desde mi punto de vista, convendría preservar", ha agregado.

En cualquier caso, el presidente del Gobierno ha reconocido que el debate se puede plantear, que la propia carta magna prevé su reforma y que cualquier propuesta es aceptable "siempre y cuando se respeten las reglas del juego que la Constitución establece".