Al salir ha sido recibido por una decena de alcaldes --muchos otros seguían dentro del edificio-- al grito de 'Presidente' y ha marchado del Parc de la Ciutadella en su coche oficial.
Justo antes de salir del edificio, Puigdemont se ha dirigido desde las escalinatas del Parlament a los muchos alcaldes y diputados congregados para pedirles afrontar la República con paz, civismo y dignidad: "Vienen horas en que a todos nos corresponderá mantener el pulso de este país" con estos valores.