En concreto, el CIS atribuye al PP una estimación de voto del 28,8%, casi tres puntos por debajo de lo que marcaba tres meses antes y lejos del 33% que cosechó en las generales de 2016. Ese retroceso, unido al ascenso del PSOE, que sube hasta el 24,9%, provoca que su ventaja se reduzca a sólo 3,9 puntos, frente a los más de diez puntos que venía sacando a los socialistas.
Por su parte, Unidos Podemos y sus confluencias marcan un 20,3%, seis décimas más que tres meses antes pero por debajo del 21,1% de las elecciones de junio de 2016.
Ciudadanos se consolida con un 14,5%, un punto y medio por encima de lo que sacó en los comicios de hace un año pero cuatro décimas menos que en la encuesta de abril, la última con intención de voto.
EL PSOE, PRIMERO EN EL VOTO DIRECTO
En cuanto a la estadística del voto directo, el partido liderado por Pedro Sánchez alcanza la primera plaza con un 19,1 por ciento, dos puntos más que el porcentaje de voto directo que tendría el Partido Popular.
Por su parte, Unidos Podemos y sus confluencias tendría un 14,2 por ciento de voto directo, mientras que Ciudadanos alcanzaría el 9,2 por ciento de voto directo si las elecciones se celebrasen ahora.