En la reforma registrada por el PP hace una semana se propone que, en casos de repetición de elecciones por falta de Gobierno, el periodo electoral (desde la convocatoria de los comicios hasta la jornada de votación) se reducirá de 54 a 47 días y que el grueso de ese recorte se aplicará en la fase de la campaña electoral, que pasaría de quince a ocho días de duración.
En la iniciativa del PP, que se votará en primera instancia el próximo día 18 en el Congreso, no se pone tope de gastos, pero se incluye un artículo instando a las formaciones parlamentarias a alcanzar un acuerdo que permita reducir los gastos de la campaña acortada.
CIUDADANOS YA LO PROPUSO
Desde Ciudadanos ya anunciaron su intención de completar esa reforma para no sólo reducir a la mitad el tiempo de la campaña electoral, sino también el límite de gastos electorales. "Si todo se acorta el límite de gasto electoral también se debe reducir y nosotros somos partidarios de reducirlo a la mitad de lo que recoge la actual ley", comentó el secretario general del grupo 'naranja', Miguel Angel Gutiérrez.
Ahora es el PSOE el que abunda en la misma línea. Según Mario Jiménez, tiene sentido acortar los plazos si se repiten elecciones, pero también hay que añadir que el presupuesto disponible de los partidos para esa campaña se reduzca proporcionalmente, en este caso a la mitad.
Además, propondrán que la subvención del 'mailing' que el Estado proporciona a los partidos por cada elector se rebaje a un máximo de 14 céntimos por envío, frente a los 18 céntimos que pagó Hacienda en los comicios de junio.
ERROR GARRAFAL DE RAJOY Y ANA PASTOR
A su juicio, el PP de Mariano Rajoy cometió el "error garrafal" de escoger una fecha de investidura a finales de agosto que llevaba al "absurdo" de repetir elecciones el Día de Navidad, y aquella decisión se les ha vuelto en contra "como un bumerán".
Pese a todo, el PSOE respaldará en las Cortes la reducción del periodo electoral, pero Jiménez espera que también se acepten las propuestas de los socialistas sobre el tope de gasto de los partidos porque son "de sentido común". Según ha dicho, es preciso hacer "un esfuerzo de austeridad" y "poner racionalidad" para rebajar el coste de unas elecciones, que cifra en 170 millones de euros.