Aznar acusa de "miopía" a quienes culpan al PP del independentismo

Noticias Cuatro / Agencias 16/10/2015 11:35

Aznar carga contra los argumentarios "bastante torpes" que apuntan a que aquel pacto "debería ser olvidado" y que fue "una especie de precursor de todos los males" que ha traído el independentismo catalán, en un artículo en 'El Mundo'.

Aznar detecta "mucha inconsistencia y bastante miopía" en esas reacciones porque, a su juicio, "exculpan a los nacionalistas de sus responsabilidades y las trasladan a los que son tachados bien de entreguistas o bien de inmovilistas, según lo dicte el argumentario del día o la conveniencia en tiempos difíciles". "Y esta sí que es una cuestión de lealtad. A la verdad, por supuesto", remacha.

El expresidente critica además que muchos de los "dedos acusadores que apuntan al Majestic" pertenecen a quienes hasta ahora adoctrinaban "sobre las maldades de las mayorías absolutas y las bondades de la cultura del pacto" y otros parecen no recordar "dónde estaban o qué escribían sobre el acuerdo hace ahora casi 20 años".

Y a los "lectores suspicaces" les recuerda que el hoy presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy y que nunca lo ha ocultado. Incluso ha puntualizado que en la pasada legislatura, "en circunstancias bien distintas desde luego, habló de un posible 'Majestic II'" y que lo defendió en su autobiografía 'En confianza', de 2011.

El expresidente subraya, en concreto, que el pacto no generó "privilegios" para Cataluña porque la mayoría de los contenidos acordados, "y sin duda los más importantes", fueron de aplicación general. "El pacto fue una elección de éxito del Partido Popular, de todo el Partido Popular", remacha.

Aznar recalca que aquel pacto tuvo un respaldo mayoritario de los españoles, incluso "abrumador" en el caso de los catalanes, y que "lejos de fortalecer al nacionalismo, produjo un significativo retroceso político y social de éste", mientras que los niveles actuales tienen "un origen muy posterior".

Defiende además que su Gobierno de 1996, el que fue posible por aquel pacto, permitió a España recuperarse económicamente y adquirir credibilidad y proyección internacional. Es más, cree que el acuerdo no sólo sustentó un Gobierno "estable" y "activo" sino que "representaba un esfuerzo de encuentro en la mejor línea del espíritu constitucional" para hacer posible lo que pedía el interés general.

Con ese acuerdo, subraya, el catalanismo "se mantenía alejado de pretensiones maximalistas" y comprobó cómo la vocación de intervenir en la política española, "que presentaba como una de sus señas de definición, podía realizarse por cauces razonables, sin tener que pasar necesariamente por la izquierda y sin plantear el interés de Cataluña como un juego de suma cero con el del resto de España".

Y además, precisa que en el acuerdo "no se hizo ninguna cesión tributaria singular a Cataluña", sino que se acordó la puesta en marcha de un nuevo modelo de financiación autonómica para todas las comunidades.