"En esta historia positiva he participado. Y no poco. No poco. Pero no puedo liberarme de un sentimiento personal de culpa. Que no rehuyo. Solo pido que lo que haya de mal en todo esto recaiga en mi y no en el país", ha expuesto en un escrito de agosto publicado en el blog de la Associació Serviol.
Según Pujol, ahora hay "mucha hostilidad desatada" contra Cataluña, pero considera que su papel al frente de la Generalitat permitió recuperar la autoestima y la confianza a la que tiene derecho.
Así, ha expresado su satisfacción por haber vivido un proceso de recuperación de Cataluña, lo que le permite creer en el futuro del pueblo catalán: "He hecho todo lo que he podido y sabido para hacer realidad este proyecto. Repito: ha sido mi proyecto, mi ilusión, mi razón de ser".
Sin embargo, también reconoce que su estado de ánimo actual es de "tristeza y preocupación por el daño que haya podido hacer" a Cataluña, y hasta a su proyecto personal que, por más que digan o se flagele, sostiene que tiene aspectos importantes positivos.
"Me atrevo a decir que muy importantes, y tengo derecho a decirlo. Pero ello no quita el lastre que ahora puedo representar, y que yo mismo he intentado contrarrestar solicitando mi ostracismo", ha zanjado.