Así lo ha señalado el también presidente de Asturias en declaraciones a los periodistas antes de entrar en la Sala Constitucional de la Cámara Baja, donde se ha reunido el Grupo Socialista.
Fernández, que ha llegado acompañado por los miembros de la gestora que dirige, ha explicado que ya avanzó este lunes que su función es la de "intentar apaciguar" a la organización y "enfriar el magma" en que se ha "convertido".
Y esto, ha recalcado, necesita de "diálogo". "Hoy he venido aquí al Congreso justamente a eso, a hablar con los diputados del PSOE", ha explicado, para después precisar que acude a "transmitirles serenidad y a pedirles responsabilidad", para que "se mantenga la normalidad en las instituciones".
EL "RIESGO" DEL ENFRENTAMIENTO EN EL GRUPO
"Me preocupa la división el partido, es lo que me preocupa y es lo que tengo que evitar", ha respondido después cuando se le ha preguntado si teme que el grupo parlamentario pueda dividirse en una hipotética investidura de Mariano Rajoy.
Fernández ha asegurado que va a trabajar para que no haya "un antagonismo y un enfrentamiento", porque ha reconocido que "es un riesgo que puede afectar al partido", desde las bases a "los dirigentes y las élites".
Pero no cree que pueda producirse una división del voto, y espera que no ocurra. Por eso, ha recalcado, apela a "la responsabilidad de todos", y la suya "antes que ninguna otra", para que no "pueda producirse una escisión de esa naturaleza en el Congreso de los Diputados".
A partir de aquí, el presidente de la gestora ha explicado que todavía no hay fecha para el Comité Federal en el que el PSOE discutirá su posición política después de la crisis interna y se ha limitado a insistir en que "como hay poco tiempo", esa reunión será "pronto", aunque antes conviene "enfriar un poco" el "magma" en que se ha "convertido" el PSOE.