Artur Mas habla el día después de que su vicepresidenta dejase la puerta abierta a aplazar el referéndum. El president la ha desautorizado y ha aclarado que cualquier decisión se consultará con los partidos favorables al referéndum. Todo un guiño a Esquerra que solo contempla votar el día 9. En el PP creen que Mas ha perdido el control del proceso.