El vehículo, un Nissan Qashqai negro, no tiene interés policial, ya que los agentes no han hallado explosivos, ni restos de drogas o indicios de algún otro delito en el interior del coche.
De momento, las pesquisas han confirmado que el coche no consta como robado y que está a nombre de una mujer cubana afincada en Barcelona. En cambio, según las cámaras de seguridad inspeccionadas en la zona, el conductor era un hombre fuerte de mediana edad de 1,80 metros de altura, que se dio a la fuga tras dejarlo estacionado y con las llaves puestas en plena vía circulatoria.
Por tanto, la Policía ha denunciado a este hombre por una sanción administrativa grave, por obstrucción al tráfico con perjuicio grave, en previsión de que no haya otras circunstancias que la conviertan en delito. El coche se encontraba en el carril central, pero no provocó ningún accidente gracias a la rápida actuación de conductores y agentes.