La portavoz del gobierno catalán, Neus Munté, ha tildado este viernes de "continuista" al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, y ha afirmado que esto no le permite ser optimista con que el Ejecutivo central quiera dialogar con la Generalitat sobre el referéndum y el proceso soberanista catalán.
Lo ha expuesto en rueda de prensa tras la reunión que han mantenido en la Generalitat el presidente catalán, Carles Puigdemont; el secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, y su homólogo en Catalunya, Camil Ros; el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, y su homólogo catalán, Joan Carles Gallego.
Munté ha considerado que un síntoma de que no puede ser muy optimista es que el nuevo Gobierno central "ha saludado" a Cataluña igual que el anterior, judicializando el proceso soberanista promoviendo justo este viernes la detención de la alcaldesa de Berga, Montse Venturós (CUP).
"Por los perfiles de los ministros no parece que haya cambiado nada. Es un Gobierno de mucha continuidad tanto por las caras como por el talante", ha continuado Munté, que ha recordado que Rajoy ya dejó claro en su investidura que no tenía pensado cambiar de estrategia con Cataluña.
Tampoco es optimista con que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, haya asumido las relaciones con las comunidades autónomas y por lo tanto "la carpeta catalana", y le ha afeado no haber atendido ninguna de las 46 demandas que Puigdemont le formuló a Rajoy en su reunión del pasado abril.
FINANCIACIÓN
La portavoz catalana ha celebrado que Jorge Fernández Díaz no repita como ministro de Interior: "Es una buena noticia", ha concluido, en alusión a los diversos contenciosos abiertos entre la Generalitat y el ya exministro, como las conversaciones filtradas de Fernández Díaz con el exdirector de Antifraude Daniel de Alfonso.
También ha insistido en que la Generalitat ve "caducada" la oferta de Rajoy de abordar con las autonomías una reforma de la financiación y ha asegurado que el gobierno catalán no tiene ningún interés en participar, aunque acompañará a las comunidades que tienen una financiación "injusta" como Cataluña.