Pendientes de la sentencia de Camps y Costa

cuatro.com 24/01/2012 09:49

Francisco Camps y Ricardo Costa esperan que el jurado elabore su veredicto sobre la conocida causa de los trajes. El lunes, el magistrado presidente del caso, Juan Climent, levantó la sesión y anunció que, desde ese momento, el jurado quedaba "recluido e incomunicado" para que dictara su sentencia. De esta manera, los miembros del jurado permanecen aislados bajo custodia policial sin acceso a los medios de comunicación ni a teléfonos móviles.

"Dadas las instrucciones al jurado y entregado el objeto del veredicto, se levanta la sesión y a partir de este momento queda el jurado recluido e incomunicado a los objetos de que elabore el veredicto". Así se ha pronunciado Juan Climent, el magistrado presidente de la conocida como 'causa de los trajes' dentro del 'caso Gürtel', en la vista que se sigue contra el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps y el exsecretario general del PPCV y diputado en las Cortes valencianas, Ricardo Costa.

El lunes, Climent reunió a las partes para exponerles el objeto del veredicto --un cuestionario sobre hechos probados al que deben responder los jurados--, en una vista que se prolongó más de lo previsto.

Tras ello, Climent trasladó en audiencia públic el objeto del veredicto al jurado.El magistrado leyó al jurado parte de la ley con instrucciones sobre cómo emitir un veredicto en el que se declaren probados o no probados los hechos justiciables.

Lo primero que les dijo fue que deben actuar con arreglo a los principios de "independencia, responsabilidad y sumisión a la ley". Seguidamente, les recordó que el hecho delictivo por el que se acusa a Camps y a Costa es el de haber recibido regalos en consideración a su cargo de presidente de la Generalitat y de diputado de las Cortes valencianas, todo ello de acuerdo con el tipo penal del artículo 426 del Código Penal.

Para tratar estas cuestiones, el jurado se retiró a una sala del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) y eligió a un portavoz. Tras ello, comenzó a deliberar a puerta cerrada, sin que pueda comunicarse con ninguna persona hasta que haya emitido el veredicto. De hecho, si tarda varios días, se quedará a dormir en un hotel.