Según el escrito de acusación pública, esta familia fue sometida a vigilancia policial del grupo UDEV-Drogas, cuyos agentes pudieron comprobar cómo los acusados distribuían cocaína y heroína, principalmente, desde dos domicilios de la zona de la Ferrería. Además, constataron que actuaban como un grupo organizado, en el que cada uno de ellos tenía una labor.
Así, la acusada A.M.G., se dedicaba a controlar la actividad y ejercía ocasionalmente como vendedora directa; su marido, L.G.S., hacía labores de vigilancia; la acusada E.G.S. realizaba tareas de control y transporte y, ocasionalmente, venta; mientras que el resto de los acusados eran vendedores.
REGISTROS
Tras las detenciones, la Policía realizó varios registros en domicilios, en los que se incautó de diversos teléfonos móviles, documentos con anotaciones de supuestas ventas, básculas electrónicas, casi 1.000 euros en efectivo, así como marihuana, cocaína y heroína por valor de algo más de 500 euros.
Además, en el domicilio de la acusada E.G.S., se localizaron cuatro armas de fuego y diversa munición y cartuchos, por lo que el ministerio público también la acusa de tenencia ilícita de armas.
Para A.M.G. y su marido L.G.S., que son reincidentes, la Fiscalía solicita seis años de cárcel (para cada uno) y el pago de sendas multas de 1.518 euros. Para cada uno del resto de acusados, reclama pena de cinco años de cárcel y la misma multa, excepto para E.G.S., a la que considera también culpable de tenencia de armas, y para quien pide siete años de prisión.