Este acuerdo, firmado en 1959, sirvió para favorecer el comercio, pero, con el paso del tiempo, dejó de usarse y fue perdiendo interés para ambas potencias.
Durante la concesión, España pudo disfrutar de un depósito franco en el puerto de Asunción para el recibo, almacenaje y distribución de mercancías de procedencia y de origen españoles destinadas a su exportación en Paraguay y otros estados en régimen libre.
Además, tuvo acceso a una zona franca en algún puerto de Paraguay para el recibo, almacenaje y manipulación de mercancías y materias primas de origen paraguayo y español.
De acuerdo con las disposiciones del convenio, transcurrido ya un año desde el 18 de abril de 2016, fecha de la presentación de la denuncia del convenio por parte de la República del Paraguay, el acuerdo suscrito entre ambos países ha dejado de tener efectos jurídicos. Ahora, la denuncia del convenio ha sido remitida a las Cortes para su ratificación.