A los arrestados se les imputan presuntos delitos de organización criminal, daños por incendio, coacciones, obstrucción a la justicia y blanqueo de capitales, según ha informado la Jefatura este lunes en un comunicado a los medios.
Los ataques se iniciaron tras la desarticulación el año pasado de dos organizaciones dedicadas al narcotráfico, operaciones en las que se logró la incautación de diez toneladas de hachís y la detención de 35 personas.
La investigación llevada a cabo durante más de doce meses ha sido "muy compleja" debido a las "incesantes medidas de seguridad" que adoptaban los arrestados.
Entre los meses de febrero y mayo del pasado año de 2016, dos vehículos pertenecientes a agentes de la Udyco fueron quemados en la barriada de Zurrón y en la zona del colegio del Príncipe Felipe, cerca de la frontera del Tarajal. Además de estos sucesos se produjeron otros tres ataques, de nuevo mediante incendio, contra un establecimiento perteneciente a la familia de uno de los integrantes de la unidad.
Los investigadores creen que los ataques tenían doble intencionalidad: por un lado pretendían "vengarse de los agentes por la detención del grupo de narcotraficantes"; por otro, "intimidar y coartar las actuaciones de los agentes especializados en la lucha contra el tráfico de drogas".
Con sus acciones, los miembros de esta organización buscaban que los policías dejasen la Udyco por miedo a lo que les pudiera ocurrir a ellos o a sus familias y, así, poder continuar con sus actividades ilícitas.Hasta el momento han sido detenidos M.M.H. de 39 años, A.H.M. de 36, M.A.E.F. y N.L.H. (ambos de 19), todos ellos con antecedentes policiales; y U.H.T. de 55.
Dos de los arrestados han ingresado en prisión por orden de la autoridad judicial, que ha impuesto medidas cautelares al resto. También se han llevado a cabo varios registros domiciliarios en los que se han intervenido 21.400 euros y un vehículo.