El ahora detenido estuvo en paradero desconocido durante nueve años, hasta que hace aproximadamente un año la Guardia Civil tuvo conocimiento que el condenado se podía encontrar en las ciudades de Tarragona, Valencia y Castellón, oculto en domicilios de familiares.
Desde ese momento, los agentes realizaron numerosas gestiones y vigilancias en distintos lugares de dichas ciudades hasta que pudieron ubicar cuál era exactamente su escondite en la población de Castellón.
Por este motivo, se procedió a la detención de J.G.J., de 70 años, por encontrarse en busca y captura por la sección tercera de la Audiencia Provincial de Castellón para cumplir una condena de 14 años y nueve meses.
El detenido finalmente fue condenado a una pena de 13 años de prisión por un delito de agresión sexual a una mujer, ocurrido el 22 de enero de 1999 en Castellón, donde el condenado, tras intimidarla y amenazarla con una navaja, la obligó a acompañarle a un descampado y realizar el acto sexual contra su voluntad.
También fue condenado a una pena de prisión de 1 año y 9 meses por un delito de amenazas anterior, ocurrido el 27 de octubre de 1998 en la ciudad de Castellón, cuando, tras abordar e intimidar a la misma mujer con una navaja, le pidió mantener relaciones sexuales, momento en el cual la víctima pidió auxilio y pudo darse a la fuga.
La actuación ha sido realizada por efectivos de la Guardia Civil de Castellón. El detenido, en unión de las diligencias instruidas, ha sido presentado en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Castellón y posteriormente ha ingresado en prisión. Según ha aclarado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), la sentencia, de 2002, nunca le pudo ser notificada personalmente al condenado y, desde entonces, estaba en busca y captura.
Hechos probados
La sentencia de la sección tercera de la Audiencia Provincial de Castellón establece como hechos probados que el acusado conocía a su víctima, una mujer diagnosticada de esquizofrenia indiferenciada desde la primera edad adulta, desde hacía unos dos años por haberse encontrado con ella en varias ocasiones por el barrio de ésta.
El 27 de octubre de 1998 el hombre abordó a la mujer cuando iba por la calle y la empujó contra la pared y, tras sacarle una navaja, le dijo que se la clavaría si no se acostaba con él. Tras oponerse ésta, comenzó a dar gritos pidiendo auxilio, por lo que el acusado se dirigió hacia el Parque Ribalta y se fugó.
El 22 de enero de 1999, cuando la mujer acababa de salir de su domicilio y caminaba por la calle, el acusado la abordó y le apoyó una navaja en la espalda, mientas le golpeaba en la cabeza y, con ánimo de satisfacer sus institutos libidinosos, le propuso mantener relaciones sexuales. El procesado llevó a la víctima a un descampado, donde la tiró al suelo y la agredió sexualmente.
El 24 de mayo de 1999 el acusado fue detenido por agentes de la Policía Judicial, sin haber sido identificado todavía por la víctima, por despertar sospechas su actitud cuando se hallaba junto a dos menores de edad a quienes no conocía, a una de las cuales le hizo comentarios obscenos y le dijo si se quería casar con él, hechos que no son objeto de este proceso por no haberse formulado acusación respecto de ellos.