Defensa baraja un recorte de entorno al 8% para 2012

cuatro.com 19/03/2012 13:03

El Ministerio de Defensa está estudiando un recorte de su presupuesto de entorno al 8% para 2012, lo que supondría alrededor de 550 millones de euros menos que el disponible el año pasado, según han informado fuentes gubernamentales. De esta manera, aunque por el momento las cuentas no están cerradas y el presupuesto no se ha presentado de manera formal a Moncloa, el porcentaje de recorte con el que está trabajando el Departamento que dirige Pedro Morenés es muy similar al que ya sufrió el año pasado. En concreto, 2012 será el cuarto año de bajada en sus presupuestos.

En 2011, el Gobierno redujo en un 7% las partidas destinadas a Defensa, que se situaron en 7.153 millones, un recorte de 539 millones respecto al año anterior. El presupuesto del año pasado incluía una partida de 210 millones de euros para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que hasta la llegada del PP al Gobierno dependía de Defensa y que ahora es competencia de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría.

Si se mantiene el recorte de entorno al 8% respecto a los alrededor de 6.900 millones de euros con los que contó Defensa el año pasado, restando la partida del CNI, el Departamento podría contar con alrededor de 6.350 millones de euros.

Por debajo del 12,5% anunciado por Rajoy

De confirmarse, este recorte estará por debajo del anunciado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien situó en el 12,5 el porcentaje de ajuste en los Ministerios para cumplir con los objetivos de reducción de la deuda.

Este dato fue anunciado por el jefe del Ejecutivo teniendo como objetivo de déficit para 2012 el 5,8%, días antes de que la Unión Europea rechazara este límite y lo bajara al 5,3%, lo que supone 5.000 millones de euros de ajuste más. Según las fuentes consultadas, este esfuerzo adicional ha obligado a revisar las cuentas en Defensa, como ha ocurrido en otros Departamentos.

Los recortes en Defensa fueron motivo de enfrentamiento dialéctido la semana pasada después de que el secretario general del PSOE y líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidiera a Rajoy recortes en este sector, que enfrentó al de Educación.

Un día después, Morenés reivindicó la política de Defensa como "bien público y servicio público" y recalcó que "de cada euro que invierte el Estado en Defensa, se generan casi tres de retorno". Además, el ministro recordó que este Ministerio lleva sufriendo recortes desde hace más de 20 años, hasta situarse en un nivel del 0,66% de gasto en relación con el PIB, una cifra que doblan e incluso triplican países del entorno.

Al margen de los recortes, la situación en Defensa es particularmente complicada por la deuda generada por los programas especiales de armamento, en los que España se embarcó a finales de la década de los 90 y que han generado una factura de unos 30.000 millones de euros.

La deuda: "Un puchero complicado"

El ministro ha explicado que se están buscando soluciones a este problema, que pasan por la renegociación de los contratos, la cancelación de pedidos o la venta de material, todo ello sin "afectar de manera irremediable a la industria de Defensa" y a las Fuerzas Armadas.

"Esto es un puchero complicado", reconoció Morenés el pasado jueves en el Senado, al referirse a la "tarea extraordinariamente difícil" que tiene delante. Sin embargo, también expresó su firme voluntad de acometarla superando las "presiones" que habrá desde muchos sectores, desde las empresas hasta las de las regiones en las que están instaladas algunas de sus factorías, que temen una pérdida de carga de trabajo que hace peligrar los empleos.

"Tendremos presiones de todo tipo cuando hagamos estos asuntos --admitió--. Tendremos presiones de la industria, de los territorios de España y de nuestros socios internacionales, tanto industriales como políticos y habrá que resistirlas y habrá que negociarlas".

La difícil situación de este Ministerio la puso de manifiesto el exsecretario de Estado Constantino Méndez, quien en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados alertó de que los pagos por estos programas no podrán ser atendidos con el presupuesto ordinario asignado a la política de defensa.

Según datos hechos públicos por la Secretaría de Estado en la pasada legislatura, en 2014 los compromisos adquiridos en programas especiales de armamento ascenderán a 1.033 millones de euros, cinco veces los compromisos de 2009.

Para poder atenderlos, sería necesario que ese año sólo el capítulo de inversiones del presupuesto de Defensa fuera de al menos 2.500 millones de euros, algo que, ya se avisaba hace un año, "no parece probable en este periodo de consolidación fiscal en el que estamos inmersos".

Méndez ya advirtió de que el nuevo ministro debería "enfrentarse a esta compleja situación desde el primer día" y avanzó alguna solución: para empezar, retrasar cinco años los pagos previstos hasta 2025. Para un medio plazo, defendió la "imprescindible" necesidad de revisar el modelo de adquisiciones empleado durante los últimos quince años, porque se ha demostrado "insostenible".