La iniciativa partió de Ciudadanos, según anunció su presidente, Albert Rivera, en el pasillo del Congreso, antes de que empezara el intercambio de documentos entre los grupos para consensuar una redacción, habida cuenta de que las declaraciones institucionales sólo se aprueban si hay unanimidad.
Finalmente todo el arco parlamentario dio el visto bueno a un texto de dos párrafos, pero la portavoz de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia, no dio su brazo a torcer. Sus argumentos, que la declaración daba por hecho la existencia de "un presente de convivencia" que, según ella no existe, porque no todos los colectivos tienen reconocidos todos sus derechos.
Otro de los puntos de conflicto del escueto texto versaba sobre el "recuerdo y homenaje a todas las víctimas del terrorismo". Según Bildu, mientras la izquierda abertzale sí reconoce a todas las víctimas, el resto de partidos no hace lo mismo.
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