En una rueda de prensa con cónsules europeos en el Ayuntamiento, Colau ha insistido en que la escalada de tensión entre el Gobierno central y la Generalitat no es buena para nadie: "Afecta a Barcelona, Cataluña, el resto de España y Europa".
En este sentido, ha pedido no alimentar el conflicto, ya que genera desestabilización a distintos niveles, y ha dicho que "si hay buena voluntad se puede recuperar la voluntad institucional y de diálogo".
"Barcelona en su historia ha afrontado hechos mucho más difíciles que éste", ha asegurado Colau, que ha querido transmitir un mensaje de confianza ante la incertidumbre política y económica.
También ha expresado que, a medio plazo, Barcelona será la ciudad que ha sido siempre, y ha pedido a ambas partes que no se siga alimentando la situación de tensión.