La presidenta de la cámara, Carme Forcadell, ha abierto el pleno con un minuto de silencio por las cuatro ancianas muertas la semana pasada al inundarse un geriátrico de Agramunt (Lleida).
El primero en tomar la palabra ha sido Raül Romeva, JxSí. En su discuros ha proclamado que es necesario aprobar la resolución para iniciar el proceso de independencia "para poder comenzar a trabajar en la construcción de un Estado que dé respuesta a los retos actuales".
"Queremos un Estado porque queremos preservar el estado de bienestar, queremos un Estado porque necesitamos un estado de derecho en el wue se garantice la igualadad de derechos fundamentales", ha dicho.
Romeva ha culminado su discurso advirtiendo que el proceso "no tiene forma de pararse, si no es hoy será mañana y si no somos nosotros serán otros".
En su intervención ante el pleno, ha asegurado que la resolución sirve para encarar de forma definitiva el camino hacia la independencia y ha avisado de que no obedecerán las eventuales decisiones del Tribunal Constitucional (TC) en contra del texto.
Romeva ha explicado que el paso que este lunes da el Parlament hacia el Estado catalán no quedará supeditado a las decisiones del Estado ni, en particular, del TC: "¿La razón? Esta institución ya hace tiempo que con sus decisiones ha quedado deslegitimada".
Romeva ha expresado su rechazo a la resolución presentada por SíQueEsPot porque considera que la propuesta de pedir un referéndum "ha quedado superada", y ha loado el proceso participativo del 9N de hace un año, lamentando que haya acabado con las imputaciones de Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega.
INDEPENDENTISTAS A LAS PUERTAS DEL PARLAMENT
Una cincuentena de independentistas --convocados por ANC, Òmnium y AMI-- se han concentrado ante el Parlament, donde se ha instalado una pantalla gigante para ver el pleno de debate de la propuesta de resolución independentista, con 'esteladas' y la pancarta 'Exigim la unitat JxSí i CUP'.
Sobre las 9.30, este medio centenar ha respondido al llamamiento hecho por ANC, Òmnium y la AMI para seguir el debate, que se complementará con concentraciones de apoyo a la resolución este mismo lunes por la tarde en varias localidades catalanas.
La propuesta de resolución tiene garantizada su aprobación ya que la suma de los diputados de JxSí y la CUP supera holgadamente la mayoría absoluta, y el Gobierno central ya ha anunciado que empezará a tramitar desde este lunes un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (TC) si se aprueba.
La votación coincide con el primer aniversario de la celebración del proceso participativo del 9 de noviembre, y culmina dos semanas de tensión entre el bloque JxSí-CUP y la terna C's-PSC-PP, que pidieron amparo al Tribunal Constitucional (TC) contra la tramitación de la resolución.
PLENO DE INVESTIDURA POR LA TARDE
Tras la aprobación de la hoja de ruta independentista, se celebrará el pleno de investidura, que arrancará a las 17.00 horas con la intervención del presidente en funciones, Artur Mas, que ha sido propuesto para la reelección por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, después de reunirse con representantes de todos los partidos, aunque sólo JxSí apoya su nombre.
Mas expondrá sin límite de tiempo sus argumentos para ser investido como presidente y, posteriormente, se suspenderá el pleno hasta la mañana siguiente, cuando se abrirá el turno de intervenciones de los partidos por orden de representación: después, Mas volverá a comparecer y su investidura se someterá a votación.
Para que Mas sea presidente en esta primera votación debe contar con el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara catalana y, si no lo logra, el pleno se suspenderá y se retomará el jueves a las 10.00 horas, con una nueva intervención de los grupos y del candidato.
SEGUNDA VOTACIÓN
Tras estas comparecencias, el jueves por la tarde habrá una segunda votación, para la que Mas ya sólo necesitaría el apoyo de la mayoría simple para ser presidente: en caso de que tampoco la obtenga tendrá dos meses para buscar un acuerdo antes de que se agote el plazo el 9 de enero.
Si finalmente no se logra un pacto de investidura, en el que JxSí y la CUP trabajan desde que se conocieron los resultados del 27S, Mas deberá convocar nuevas elecciones, a no ser que se proponga un candidato alternativo que genere mayor consenso.