Según ha informado la Generalitat tras la reunión del Consell Executiu, se trata de todas las personas procedentes de Baleares, Catalunya y de otros lugares que murieron durante el desembarco de las tropas republicanas en el Levante mallorquín en agosto de 1936.
También colaborarán en la preservación, señalización, contextualización y documentación, con "rigor histórico", de las fosas que contienen cuerpos de soldados muertos en aquel desembarco liderado por el capitán Alberto Bayo.
El Govern también ha aprobado impulsar los trabajos para la recuperación y repatriación de los restos del brigadista cubano, Pablo de la Torriente, una labor que recaerá en la Conselleria de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia.
Se hará a partir de un convenio en el que también participan el Ayuntamiento de Barcelona y el Consulado de la República de Cuba en Barcelona, ya que los restos del también periodista y poeta se encuentran presuntamente en el Cementerio de Montjuïc de la ciudad catalana.
De la Torriente murió en 1936 en el frente de Madrid, fue enterrado en el cementerio de Chamartín y exhumado en 1937 para ser repatriado a Cuba, pero una investigación determinó que sus restos acabaron en un nicho del cementerio barcelonés.