El último enfrentamiento de la guerra de los lazos: Bronca en Blanes

Noticias Cuatro 31/08/2018 19:50

Brigadas que por las noches quitan lazos. Gente que por la mañana los pone. Familias que se enfrentan por ellos, odios que empiezan a ser insuperables para muchos. La herida abierta en Cataluña puede tardar años en cerrarse si es que pasa. El fuera de aquí, se ha institucionalizado. El 155 vuelve a sonar con fuerza. Sánchez ya ha dejado claro que solo es un aviso, pero la realidad se enciende ya más allá de los despachos de los políticos.

Esta vez fue en Blanes. Miembros de un Comité de Defensa de la República (CDR) se enzarzaron en una discusión con un empresario de la localidad y otras personas por la retirada de lazos amarillos frente a un restaurante. El propietario del local decidió quitar los lazos y los activistas independentistas afearon que lanzase los lazos al suelo. Pero eso fue el principio. La tensión empezó a crecer y con ella los insultos, las malas formas. La anécdota esta vez es que ellos mismos se grabaron para poder subir los enfrentamientos a las redes sociales, como para mostrar al otro bando el y tú más.

Los soberanistas instan al empresario de la localidad a irse de Blanes, pero este cucharón en mano les anima a que se vayan ellos. Estos hechos se suman a la ola broncas desde que una mujer fuera agredida por retirar lazos. Luego llegó la agresión a un cámara de Telemadrid confundido con uno de TV3 y las acusaciones mutuas de elevar la tensión y llevarla a la calle. Ciudadanos salió esta semana a quitar lazos con sus líderes más representativos a la cabeza lo que llevó al resto de partidos a acusarles de atizar el enfrentamiento. El ambiente está enrarecido mientras el 155 está al acecho.

Pedro advierte a Torra, este dice que seguirá su camino y Puigdemont suelta comparaciones poco menos que increíbles en twitter entre el cambio de hora y la independencia. Para colmo, Colau se baja de la Diada porque ahora se ha dado cuenta de que es independentista y ataca a C’s para venir a azuzar a lo que Arrimadas no tarda en saltar. No venimos, vivimos aquí. Y la exige que quite el lazo del Ayuntamiento. Lo dicho, la guerra de los lazos amarillos no para.