Fuentes municipales han detallado este jueves a Europa Press que tramitarán una orden de cese, que emitirán previsiblemente en un mes, para que la afectada pueda acudir al juzgado a rescindir el contrato.
Representantes del Ayuntamiento han visitado a la mujer en su domicilio en presencia de su abogado, donde les ha entregado documentación y el contrato de alquiler, y han explicado a la afectada que en estos casos es preferible avisarles para "detectar la actividad ilegal y poder actuar rápidamente".
La mujer ha reservado y ocupado su propio piso y ha cambiado la cerradura, ya que el inquilino, sin consentimiento ni licencia turística, lo había realquilado desde el inicio del contrato a turistas.
En un comunicado, Airbnb ha asegurado que está investigando este caso "activamente" y ha pedido a todos los anfitriones que certifiquen que tienen permiso para anunciar su alojamiento.