"Yo no engaño para mantener la acusación", ha subrayado Bal frente a las críticas que vertieron los acusados sobre que forzó, junto con Anticorrupción, con artimañas la remisión de información de las comisiones rogatorias a Suizas para acceder a los datos de las cuentas que muchos de los acusados tienen en el país helvético.
Ha explicado que lleva "muchos años peleando" con Suiza sobre qué información se puede utilizar y cuál no para investigar los delitos fiscales, ya que los códigos penales suizo y español no contemplan por igual la ocultación de fondos a la Hacienda y, según ha dicho, es "muy celosa" con la documentación que reportan. "Más quisiera yo engañar a las autoridades suizas", ha ironizado.
LA DECLARACIÓN DE RAJOY NO ES PERTINENTE EN ESTE JUICIO
Al igual que la Fiscalía, Bal ha constado que la declaración del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, --tal y como solicita la acusación ADADE-- no es pertinente en este juicio, sino que sería más acorde en la pieza relativa a los 'papeles de Bárcenas' que investigan la supuesta 'caja B' del PP.
Entre otras nulidades, los acusados piden que se anulen la entrada y registros como la que se produjo en el despacho del presunto cerebro de la trama, Luis de Miguel, o en el del contable José Luis Izquierdo, donde se incautó el famoso pendrive que le fue intervenido del que se extrajeron las facturas de una supuesta 'contabilidad B' de las empresas Francisco Correa.
Sobre esto, Bal ha solicitado al tribunal presidido por Ángel Hurtado que esta parte de la investigación se mantenga y ha bromeado con que si se "hubiera encontrado un cadáver" en el despacho del contable, "igual hubiera quedado impune". "No hay dudas de que a Luis de Miguel se le tomaba declaración por la repatriación de capitales a España", ha añadido.
Por último, ha dado su visto bueno a que la Fiscalía solicite que los primeros en declarar sean los empresarios Jacobo Gordon, Alfonso García-Pozuelo y el exconcejal de Pozuelo de Alarcón (Madrid) Roberto Fernández.