Al menos dos personas han muerto por disparos de armas ligeras en los enfrentamientos entre un grupo de simpatizantes del Partido Socialista de Albania, en la oposición, con la Policía este viernes junto a la oficina del primer ministro, en Tirana, según ha informado un médico en declaraciones en directo en la televisión.
La protesta había sido convocada para exigir la dimisión del Gobierno por las acusaciones de corrupción de las que ha sido objeto. Tanto el presidente albanés, Bamir Topi, como el líder de los socialistas, Edi Rama, han hecho un llamamiento a la calma tras los sucesos.
Algunos manifestantes han lanzado palos, piedras y paraguas a los policías, que han usado gases lacrimógenos y un cañón de agua para intentar dispersar a la multitud, formada, según las estimaciones de los testigos, por unas 20.000 personas que han conseguido llenar la principal avenida de la capital.
Los manifestantes también han arrojado piedras a los policías desde lo alto de un museo con forma piramidal situado cerca de la oficina del primer ministro, Sali Berisha, y han volcado e incendiado un coche de la Policía y otros vehículos. Aunque se retiraron temporalmente cuando los agentes empezaron a disparar balas de caucho, luego se congregaron frente al edificio gubernamental gritando "Victoria" y "Se ha ido".
Pese a que los policías antidisturbios habían formado una barrera humana, los manifestantes han logrado atravesarla y han subido las escaleras del exterior del edificio.
No aceptan los resultados de las elecciones de 2009
La oposición albanesa, que no acepta los resultados de las elecciones legislativas de junio de 2009, que dieron la victoria al gobernante Partido Democrático de Albania por un estrecho margen, ha reclamado la celebración de unos nuevos comicios. Las conversaciones mediante las que se ha intentado resolver la disputa han fracasado.
Ilir Meta, ex viceprimer ministro y aliado clave de Berisha, dimitió hace una semana, después de que su predecesor en el cargo Dritan Prifti, antiguo miembro de su partido, lo acusara de corrupción.
El partido de Meta, Movimiento Socialista por la Integración, proporciona a la formación gobernante los pocos apoyos adicionales que necesita para mantener su mayoría en el Parlamento. Ambos partidos dijeron tras la dimisión de Meta que mantendrían su relación de cooperación.