Las ventas de la compañía se elevaron un 15% a junio, hasta alcanzar los 3,53 millones de euros, mientras que el resultado de explotación también registra pérdidas de 208.455 euros, frente a los 449.603 euros del mismo periodo del anterior ejercicio.
Estos resultados llegan tras el nombramiento de Miguel Valladares como presidente de la compañía, tras el cese de José María Castillejo por el consejo de administración.
El cambio en la presidencia de Zinkia se produjo al aumentar Miguel Valladares su participación accionarial hasta el 45% del capital, convirtiéndose de esta manera en el primer accionista de la compañía.
Valladares se ha marcado como reto para la nueva gestión situar a Zinkia y a su propiedad más emblemática, Pocoyó, en unos niveles de facturación y beneficio acordes a la posición de relevancia internacional que actualmente ocupa en algunos de los principales mercados del mundo.