Así lo ha señalado la organización en un comunicado, donde también ha apuntado que los datos muestran claramente una situación que, "lejos de mejorar", ha empeorado en 2016, ya que la jubilación de los autónomos se ha situado de media en los 784,58 euros, frente a los 1.312,13 euros de los trabajadores por cuenta ajena.
Si se tiene en cuenta las pensiones por incapacidad permanente, la media ha sido de 726,23 euros en el caso de los autónomos, mientras que en los trabajadores por cuenta ajena se ha situado en los 1.017,66 euros.
En el caso de las pensiones por viudedad, los trabajadores autónomos han obtenido 352,71 euros de media en 2016, cifra que en el caso de los trabajadores asalariados ha sido de 526,53 euros.
Además, UPTA ha puesto de relieve que el 86% de las personas físicas autónomas cotizan en base mínima a la seguridad social, situación que, según la organización, se mantiene prácticamente inamovible desde 2014.
En este contexto, el secretario general de UPTA, Eduardo Abad, ha subrayado que estas diferencias "deben de ser uno de los principales puntos a resolver en el futuro", puesto que es una de las principales preocupaciones del colectivo, que ve como la pérdida de poder adquisitivo se hace más patente en el momento de la jubilación.