Toxo y Méndez llaman a convertir la calle en un "hervidero"

cuatro.com 14/02/2012 07:38

Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, han explicado ante una asamblea de delegados de ambas centrales en Madrid que es preciso "un cambio en el estado de ánimo" de los trabajadores antes de convocar una huelga general contra la reforma laboral, y han llamado a convertir la calle "en un hervidero" en la manifestación que han convocado para el próximo 19 de febrero, en lo que podría ser un ensayo de movilización general. Los sindicatos confían en que el Ejecutivo dé marcha atrás y buscan en los grupos parlamentarios aliados para tratar de suavizar la reforma. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, no espera que la reforma laboral dé frutos hasta después del verano. El Gobierno, por su parte, ya ha anunciado que abrirá una ronda de reuniones "técnicas" con los agentes sociales.

En el primer acto conjunto de las centrales tras la aprobación de la reforma laboral se han escuchado los primeros gritos de las bases a favor de la huelga general. "Todo llegará", les ha respondido Toxo. El dirigente de CC.OO. ha pedido a los delegados sindicales que acudan a las empresas para explicar una reforma laboral que, en su opinión, "cambiará radicalmente el panorama de las relaciones laborales".

En este sentido, ha descartado que los sindicatos vayan a "entrar al trapo a las primeras de cambio". "No podemos ir a una (huelga) fallida. La huelga general dependerá de los pasos que dé a partir de ahora el Gobierno", ha avisado.

Del mismo modo, Méndez ha asegurado que antes de convocar una huelga general contra una reforma que, en su opinión, implata el despido único, "hay que saber cuál es el estado de ánimo de la población". "(La reforma) va a provocar una brutal rotación externa y un cambio radical del modelo de conveniencia", ha añadido.

"Eso es lo que quiere el Gobierno: agotarnos en el primer momento. Confía en que la gente está desmovilizada, atemorizada, y que su plus de legitimidad impedirá que la gente siga a los sindicatos en la senda de una movilización general por eso de que las huelgas no crean empleo. Pero lo que no crea empleo es la resignación", ha advertido previamente Toxo en una entrevista. Además, ha afirmado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, era "consciente" de que tenía un microfóno delante cuando dijo en Bruselas que su reforma laboral le iba a costar una huelga general.

Méndez ha enfatizado que fue el propio Rajoy el que "invocó la huelga general" durante su primera cumbre europea y ha explicado que las reformas laborales pueden ser más duras o menos duras, pero que ésta ha supuesto "un cambio de eje en el planeta social y en el modelo de convivencia".

El apoyo de los grupos parlamentarios

Por otro lado, los sindicatos buscan hoy apoyo de los grupos parlamentarios para suavizar la reforma. La primera cita es con CiU, que no está en la onda de las centrales, sino todo lo contrario. Según señala el portavoz de la formación en el Congreso, Josep Antonio Durán i Lleida, la reforma laboral está "bien orientada", pero será insuficiente para crear puestos de trabajo a corto plazo, por lo que en la tramitación parlamentaria de la normativa reclamará al Gobierno un "plan de choque contra el paro".

Más allá del frente que podrían formar PP y CiU en defensa de la reforma laboral durante el trámite parlamentario, los sindicatos tienen de momento a su aliado más aguerrido en IU, que presentará una enmienda a la totalidad del proyecto de Ley y cuyos servicios jurídicos están estudiando la posibilidad de presentar un recurso de inconstitucionalidad a la reforma laboral.

Por su parte, el portavoz socialista en la Comisión de Empleo del Congreso, Jesús Caldera, ha calificado la reforma de "decretazo" y ha remarcado que esta norma sólo sirve para incentivar el despido, por lo que no creará empleo.

Por el otro lado, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado que la reforma laboral no creará empleo de la noche a la mañana y cree que no empezará a dar frutos hasta después del verano "como mínimo". El dirigente empresarial ha señalado que la reforma por sí sola no crea empleo y que para hacerlo se necesita también financiación y confianza. "Hay que darle un tiempo mínimo (a la reforma)", ha subrayado Rosell.

El presidente de la CEOE ha descartado que haya muchas grandes empresas que cumplan con el requisito de tener tres trimestres consecutivos de disminución de ventas o ingresos para poder despedir con 20 días por año trabajado y un año de salario.

Rosell ha lamentado que "se haya despreciado" el acuerdo de salarios y negociación colectiva que alcanzaron sindicatos y empresarios, que ha definido como un pacto "modélico".

Mientras tanto, el Gobierno ya ha anunciado su disposición al diálogo para modificar la nueva norma durante el trámite parlamentario, por lo que señaló que abrirá una ronda de reuniones "técnicas" con los agentes sociales.