Concretamente, las cotizadas de la Bolsa española registraron una cifra de negocio total de 485.154 millones de euros, de los que el 65,5%, unos 317.710 millones de euros, se generó fuera de España.
De acuerdo con BME, el porcentaje registrado en países de la Unión Europea se sitúa en torno al 20% desde hace unos diez años. Además, los ingresos por ventas en países de la OCDE crecieron desde el 7,5% en 2007 hasta el 22,33% del año pasado.
Estos datos, según BME, implican que la diversificación geográfica ayuda a compensar la caída sufrida en el mercado interior tras los años de la crisis. Así, la facturación de las empresas del Ibex 35 fuera de España cayó un 0,96% en 2016, lo que amortiguó la caída de las ventas nacionales, que fue del 5,3%.
De hecho, el mayor porcentaje de facturación en el exterior se registró en las empresas del Ibex 35, con el 65,8%. El porcentaje se situó en el 64,84% en las veinte compañías del Ibex Medium en 2016, mientras que en las treinta empresas del Ibex Small Cap fue del 63,73%.
Respecto a otros países, se observa que la cifra de negocio exterior de las empresas del Ibex tiene un peso 21 puntos más alto que la que registran las multinacionales del Dow Jones fuera de Estados Unidos, que se sitúa en el 45%.