En su participación en los Desayunos Esade, Miró lamentó las exigencias medioambientales que han llevado al grupo a paralizar la actividad en su refinería, superiores incluso a las que tienen en sus refinerías de Andalucía (La Rábida en Huelva y Gibraltar-San Roque en Cádiz) "que son las más duras de la Península". "A mí y al accionista nos duele tener una refinería parada", afirmó.
Así, subrayó que en las condiciones actuales Cepsa "no puede arriesgarse a poner en marcha la refinería" de Tenerife, ya que tendría que afrontar una campaña de desprestigio "que afectaría a su reputación".
Miró, que indicó que el grupo tiene recurrido el plan de calidad del aire que aprobó el Gobierno canario a comienzos de 2014, señaló el grupo tiene un compromiso con los empleados y destacó que ha supuesto "un esfuerzo muy grande" mantener la actividad.